El concepto de creatividad es difícil de definir, debido tanto a su evolución histórica, que mantienen concepciones superpuestas, como a la naturaleza compleja de la misma.
El término creatividad es muy reciente, como término no aparece en el diccionario de la DRAE hasta 1984. El concepto de creatividad evoluciona desde la antigüedad, en la que no existía como tal y era sustituida por el concepto de techné de los griegos, como motor de creación; pasando por la creación ex nihilo, solo atribuida a Dios del pensamiento cristiano; al pancreacionismo del siglo XX que descubre y reconoce la capacidad creativa a todo el mundo. Esta evolución fue posible gracias al progresivo cambio de los paradigmas ideológicos y sociales, así como de los avances en el terreno de la ciencia y las humanidades, en espacial en el campo de la psicología, la neurociencia y las artes.
Aún así hoy siguen perviviendo definiciones claramente limitadas e insuficientes para abarcar su significado actual. La misma definición del DRAE, lo demuestra, definiendo creatividad como “Facultad de crear” y “capacidad de creación”, y a su vez, crear como “acto de criar o sacar Dios algo de la nada” y creación como “obra de ingenio, de arte o artesanía muy laboriosa, o que revela una gran inventiva”.
El actual concepto de creatividad tienen más que ver con el término anglosajón Creativity, que empezó a ser utilizado en 1950 por el psicólogo Joy Paul Guilford para referirse al conjunto de mecanismos cognitivos, aptitudes y habilidades para resolver problemas. Por ello es habitual que este término se use como sinónimo de otras capacidades o aptitudes humanas como la inteligencia, la imaginación o la inventiva.
Otra dificultad para definir el concepto de creatividad es su naturaleza múltiple, que le permite abarcar desde las cualidades de la persona, los procesos, hasta los productos vinculados a cualquier campo del saber.
Podríamos definir como creatividad a aquel proceso y conjunto de capacidades que permite hallar relaciones y soluciones novedosas partiendo de informaciones ya conocidas. Abarca no sólo la posibilidad de solucionar un problema ya conocido, sino también descubrir un problema allí donde el resto de las personas no lo ven.
Un factor fundamental para que la creatividad sea valorada como tal es el reconocimiento del entorno, tanto del ámbito de los profesionales del campo específico como del contexto sociocultural en general.
Podríamos considerar la creatividad como una forma ver la realidad con un nuevo enfoque para encontrar posibilidades nuevas y soluciones eficaces que nos ayuden a transformar y mejorar nuestro entorno, generando un valor para la comunidad.