Para estructurar un planteamiento (por ejemplo, el planteamiento del problema en un proyecto de investigación), es útil seguir una serie de pasos que te permitan presentar de forma clara y coherente la situación que se desea abordar. A continuación, te propongo una estructura básica:
- Introducción y contexto
- Presenta el tema: Explica brevemente de qué se trata el tema o área de estudio.
- Contextualiza: Ubica el problema en un contexto más amplio (social, cultural, económico, etc.) y menciona antecedentes relevantes.
- Descripción y delimitación del problema
- Define el problema: Describe de forma precisa cuál es la situación o fenómeno que presenta dificultades o carencias.
- Delimita el alcance: Establece claramente los límites del problema, indicando qué aspectos se abordarán y cuáles quedan fuera.
- Formulación del problema
- Plantea la pregunta de investigación: Formula una pregunta o enunciado que sintetice el problema y que oriente la investigación.
- Especifica variables (si aplica): Identifica las variables o factores principales involucrados.
- Objetivos
- Objetivo general: Establece lo que se pretende lograr con el estudio.
- Objetivos específicos: Desglosa metas más concretas que permitan alcanzar el objetivo general.
- Justificación
- Relevancia del estudio: Explica por qué es importante abordar este problema, quiénes se beneficiarán y cómo contribuirá al conocimiento o solución del problema.
- Impacto potencial: Menciona posibles implicaciones prácticas, teóricas o metodológicas.
- Hipótesis (cuando sea pertinente)
- Plantea posibles respuestas: Si la investigación lo requiere, formula una o varias hipótesis que luego se pondrán a prueba.