¿Qué son los códigos visuales en diseño gráfico?
Hoy en día asistimos a una época en la que lo visual es lo que predomina por encima de todo lo demás, y tiene lógica porque lo que ves con tus ojos influye directamente en cómo te comportas.
Es por esa razón por la que los códigos visuales son elementos básicos en diseño gráfico.
Si no te es familiar esta cuestión, debes saber que no solo existe el lenguaje escrito, sino también el visual, que está conformado por códigos visuales cuya misión es transmitir un mensaje comprensible para el receptor. Uno de los sectores en los que se utilizan mucho es la fotografía publicitaria o en la de modelado 3D.
De esta forma, cabe, antes de pasar a señalar cuáles son los distintos códigos visuales en diseño gráfico, hablar de la relevancia de la comunicación audiovisual. Al fin y al cabo, este es el fin último de estos códigos, imprescindibles si quieres hacer una incursión, por ejemplo, en la fotografía profesional.
Así pues, dentro de este tipo de comunicación existen varios agentes fundamentales: el emisor, que es quien crea el mensaje; el mensaje mismo, que es lo que se “dice”; el medio, que hace referencia a la forma de transmisión; y por último, el receptor, que es quien recibe el mensaje.
En nuestro día a día este tipo de comunicación tiene una gran importancia porque estamos expuestos a ella todo el tiempo y nos influye de una manera muy poderosa. Es importante para los profesionales del diseño saber manejarla.
¿Cuáles son los códigos visuales en diseño gráfico?
Los códigos visuales en diseño gráfico son aquellos elementos que se utilizan para codificar un mensaje que emite, valga la redundancia, el emisor, la persona que pretende comunicar algo.
Es fundamental dentro de la comunicación gráfica, pues dependiendo de lo acertado que sea, la comprensión del mensaje será efectiva o no.
Los diferentes tipos de códigos visuales en diseño gráfico
Como podrás imaginar, dentro del diseño existen varios tipos diferentes de códigos visuales. Su tipología depende de su carácter y su objetivo. A grandes rasgos encontramos tres clases diferentes, según el especialista en semiótica Daniel Chandler.
Códigos sociales
Se acepta que los códigos semióticos tienen un carácter social, por lo que se establece esta división de los mismos.
Código verbal: en este grupo se engloban todos aquellos que son sintácticos, prosódicos, fonológicos o paralingüísticos
Corporales: en los que existe contacto, proximidad, apariencia, expresión facial…
Productos: artículos de lujo, básicos…
Comportamiento: básicamente, protocolo.
Textuales: a grosso modo podemos decir que se trata de códigos de representación entre los que se encuentran las matemáticas y códigos estéticos como la poesía o la música.
Aquí también se incluyen géneros estilísticos y retóricos de narrativa, así como códigos de medios como fotografía, radio, televisión…
Los códigos de interpretación son también textuales, y aquí se incluyen los de percepción e ideológicos que se derivan de la relación que hay entre los textuales y los sociales.
Hay que pensar que hay muchos elementos que influyen en la comprensión y en la comunicación de estos códigos mencionados. Eso sí, hay que pensar que cada código será más o menos manejable en función del entorno en el que se utilicen y a quién se dirijan.
Ejemplos de códigos visuales
Es un hecho que los códigos visuales nos rodean y nos afectan de muchas formas distintas. No solamente en lo que se refiere a nuestro comportamiento, a la forma en la que percibimos las emociones y en la manera en la que se producen los pensamientos en nuestra mente. Existen muchos tipos diferentes, y algunos de estos son los siguientes.
Signos y señales públicas: un ejemplo son las señales de tráfico. Estas hacen que el comportamiento sea uno u otro en base a los códigos utilizados y los colores, que tienen un significado concreto.
Códigos artificiales: son códigos creados por el ser humano, y un ejemplo es el morse, el braille o el código binario.
Idiomas: este es otro código que se puede usar en el diseño gráfico. No son más que convenciones a las que se llega para que una comunidad se entienda.
Pero, bajando a la práctica aún más, puedes encontrar en tu día a día otros muchos ejemplos de códigos visuales. Aquí te dejamos algunos de ellos.
GIFs: gracias a ellos el receptor entiende a la perfección el tono que pretendes utilizar. Además, es una forma de dar un toque de humor a tu pieza.
Animaciones: una animación también puede transmitir un mensaje de una manera muy potente, y al mismo tiempo, muy sencilla.
Infografías: en estas piezas de contenido los códigos visuales son fundamentales para que se comprenda bien el mensaje. De hecho, la intención que persiguen estas piezas es la de mostrar contenido más complejo de una forma sencilla.
Imágenes: las imágenes son un elemento básico de las que hace uso el diseño gráfico para transmitir mensajes a ciertos públicos. Estas utilizan, o deben utilizar todos los códigos visuales que sean necesarios.
A modo de conclusión
Es importante entender que los códigos visuales no son algo inmóvil que siempre permanecen igual. De la misma forma que la forma de comunicarnos puede cambiar en determinados momentos, estos códigos, que no son más que la representación de ese acto comunicativo, también se pueden ver modificados con las necesidades de las personas.
El tiempo y el contexto afectan de gran manera a los códigos visuales, así como la cultura o la demarcación geográfica de las personas que lo reciban.
También hay que considerar que los códigos tienen su propia estructura, una estructura que hay que respetar para que la comunicación visual pueda llevarse a cabo de una forma eficiente. Esto quiere decir que si diseñador y receptor (que es quien visualiza la pieza) no usan el mismo código, no se entenderán.
De todo esto se desprende que es básico conocer al público objetivo al que nos dirigimos a la hora de hacer una pieza de diseño gráfico, así como conocer a la perfección los códigos visuales que la audiencia utiliza y/o entiende.