Si bien una cámara de televisión está desarrollada para realizar la misma función que cualquiera otra cámara, tiene unas especificidades técnicas diseñadas especialmente para adaptarse a este medio. Veamos cuál es su composición, tu funcionamiento y las principales diferencias con el resto de cámaras.
La cámara de televisión cumple la misma función que cualquier otra cámara: captar y almacenar imágenes. Pero a diferencia de la cámara fotográfica analógica o la de cine, no sólo las almacena sino que puede procesarlas y transmitirlas en tiempo real a otros dispositivos.
El sistema óptico de la cámara de TV
La cámara descompone el haz de luz mediante un prisma que separa la luz blanca en sus tres colores básicos: rojo, verde y azul. Antes de continuar su camino hacia el interior, la luz pasa por una serie de filtros cuya función es la de no permitir el paso de ciertas longitudes de onda.
Existen tres filtros: el filtro de conversión de la temperatura de color (que adapta la temperatura de color a la existente en la escena), el filtro de infrarrojos (que recorta las frecuencias que están por debajo del espectro visible, limitando la respuesta de la cámara a aquello que el ojo humano es capaz de ver) y el filtro pasa-bajos (que recorta las frecuencias que están por encima del espectro visible, para evitar el fenómeno de batido de la imagen o aliasing).
Podemos aquí recordar los conceptos que caracterizan al sistema óptico de la cámara de televisión (igual que el de cualquier otra cámara):
- La distancia focal, que nos define el tamaño de la imagen que se va a obtener en el plano focal, íntimamente ligada con el ángulo visual que cubre el objetivo, o sea, el campo visual que abarca.
- El enfoque del sujeto, es decir, el desplazamiento de las lentes necesario para que en el plano focal se forme nítidamente la imagen del sujeto principal.
- El control de diafragma, con el que regulamos la admisión de mayor o menor cantidad de luz y que, junto al obturador, es el responsable de la exposición.
Controles Específicos de una cámara de televisión
Veamos ahora cuáles son los controles que podemos encontrar normalmente en una cámara para televisión:
Ajustes de Color
La correcta reproducción de los colores es una meta que todos los que nos movemos en el mundo de la imagen luchamos por alcanzar (aunque algunos, después de conseguirla, se dedican a estropearla ‘‘creativamente’’). En la cámara de televisión, la medida de la temperatura de color y su ajuste se realizan electrónicamente por comparación con una superficie blanca (un folio, una camisa o una pared) iluminada por la luz que queramos medir. A esta operación se le denomina balance de blancos.
Cuando el operador pulsa el botón white balance mientras enfoca el folio blanco, en realidad lo único que hace la cámara es ‘‘creerse’’ que ese blanco que le mostramos es el correcto y ajustar sus circuitos a esa composición espectral. Se procede de la siguiente manera: primero se debe poner el diafragma en modo automático y luego se encuadra el blanco que hayamos tomado como referencia (la pared, un folio o cualquier blanco que haya a mano) y se presiona el botón en dirección White hasta que en el visor aparezca la señal «Auto white ok’’. Esto quiere decir que el ajuste de blanco es correcto y se puede guardar en la memoria de la cámara.
La cámara cuenta también con filtros de conversión para temperatura de color prefijadas o más frecuentes. La mayoría de las cámaras cuentan con tres filtros:
- Con temperatura de color de 3.200° K. (lámparas de luz tungsteno)
- Con temperatura de color de 5.600° K. + ND (filtro de densidad neutra) para condiciones de luz día brillante como la nieve o playa.
- Con temperatura de color de 5.600° K. (luz día normal).
En condiciones de trabajo profesionales, cuando la temperatura de color dominante de la escena cambia, pasamos de luz a sombra, de exterior a interior, etcétera, debemos volver a realizar el balance. Otra posibilidad es que la cámara permite memorizar varios balances y en una situación de urgencia podemos haber hecho y memorizado previamente otro balance de una escena que preveamos vamos a necesitar.
Para crear ciertos efectos de luz, el balance de blancos puede ser utilizado de forma creativa «engañando” a la cámara, haciéndolo sobre una tarjeta azul para crear un ambiente cálido, o tiñendo la imagen con un velo azulado si hacemos el balance contra un cartón amarillo, por ejemplo.
Algunas cámaras no profesionales realizan un balance de blancos automático, pero esto no es de fiar en un entorno profesional, pues la medición que realice la electrónica de la cámara siempre será un promedio y, con demasiada frecuencia, no proporcionará unos colores reales o a nuestro gusto.
Las cámaras profesionales tienen también ajustes para el balance de negro y el nivel de negro. Éstos son configurados tapando el objetivo para que no entre luz y permitiendo a los circuitos electrónicos balancear adecuadamente los tres colores para lograr el negro óptimo, a la vez que se establece el nivel de negro para el vídeo, cosa que desde el punto de vista de la calidad de la imagen, es mucho más importante de lo que a veces se cree.
El Audio
Las cámaras autónomas van dotadas de un micrófono que, por lo general, no permite más que tomas de ambiente o de referencia ya que su ubicación fija sobre la cámara (lejos de la fuente y cerca del magnetoscopio) no es la más conveniente para registrar una buena toma de sonido. Lo mejor es conectar un micrófono adecuado a la toma (dos por lo general) que la cámara tiene al efecto y monitorar calidad y niveles mediante cascos.
Control de Ganancia
Control de ganancia (gain). Nos permite ajustar el nivel de salida de vídeo a 0 dB, 6dB, 9 dB, 18 dB, pudiendo amplificar la señal («forzar la sensibilidad») al doble (6 dBb) xl,5 (9dB) o al triple (18 dB) cuando la iluminación de la escena es escasa Esto tiene como contrapartida la introducción de ruido (pérdida de calidad similar al grano fotográfico) en la imagen.
Selector de cámaras y barras
La cámara tiene un generador de barras de color de referencia (primarios, complementarios, blanco y negro) que se graban en cada cinta antes de la imagen para servir como test patrón en la sala de montaje y en el ajuste de los monitores en la propia grabación.
Control de la imagen
En el caso de las cámaras de estudio, la cabeza de cámara y el control de imagen se encuentran separados. En la cámara propiamente dicha encontramos el sistema óptico y de captación, junto con los mandos de enfoque y zoom, mientras que el control de imagen, que se sitúa comúnmente en las dependencias del control de iluminación, alberga los controles referentes a la exposición y a la colorimetría de la imagen, de forma que se puede unificar la calidad de todas las cámaras que componen el sistema. El equipo humano también se desdobla, quedando compuesto por el operador, que trabaja con la cámara a pie de plato, encuadrando y enfocando el plano, y el «control de imagen», que se responsabiliza de la exposición, contraste, balance de color y todo lo referente a la calidad de la imagen.
Todas las cámaras, dejando de momento el sistema de grabación y la complejidad electrónica, constan de tres partes principales: objetivo, dispositivo de imagen y visor. El Objetivo enfoca un campo de visión concreto, produciendo una imagen óptica de él. El Dispositivo de imagen es la parte más importante de la cámara, convierte la imagen óptica en señales eléctricas a través de dos componentes, el prisma y el CCD. El prisma está compuesto por varios filtros y divisores que separan la luz blanca en los tres colores-luz primarios RGB (Red, Green, Blue) y la envía al CCD. El CCD (dispositivo de transferencia de carga), es un chip reticular compuesto por muchos pixels (cuyo número varía en función de la calidad de la cámara), ordenados por filas horizontales y verticales, sensibles a la graduación de la luz que recibe del prisma, reconstruyendo con ella una imagen a modo de mosaico (con información de crominancia y luminancia). Cada píxel transforma dicha información en una carga eléctrica determinada. Esta carga se transfiere desde el área fotosensible de los pixels al área de almacenamiento transformándose en una señal de vídeo con los tres colores primarios luz: RGB. Las cámaras profesionales tienen 3 CCDs que tratan el color por separado. El Visor Muestra una pequeña imagen de vídeo de lo que la lente está capturando que nos sirve de guía. Algunas cámaras digitales llevan también una pequeña pantalla LCD. El visor puede mostrar ciertos Indicadores de estado que varían según el tipo de cámara, pueden incluir los siguientes datos: Una luz “tally” (indicándonos que la cinta está grabando) Nivel de carga de la batería Tiempo remanente de la cinta balance de color Luz baja, exposición insuficiente Amplificador de luz baja (control de ganancia) Filtro colocado (interior / exterior) Posición del zoom (indicando cuánto más se puede aplicar o retirar el zoom) Estado manual o automático del iris Monitorización de nivel de audio “Patrón Zebra” para monitorear y ajustar los niveles de video Marcos superimpuestos para área de seguridad, encuadres en formato 4:3 o 16:9. La presencia de ajustes predeterminados de la cámara Diagnóstico de “calentamiento” de la cámara Otras partes de la cámara: Balance de blancos: controla si la cámara está ajustada a la temperatura de color de la luz con la que estamos grabando, reajustándola en función de una carta blanca que se le muestra. Velocidad de obturación: ajusta la velocidad de apertura para evitar imágenes borrosas por movimientos rápidos o por falta de luz. La mayoría de las cámaras profesionales tienen velocidades de 1/50 (normal PAL), 1/100, 1/250, 1/500, 1/1,000 y 1/2,000 de segundo. Algunas van mas allá de 1/4000, 1/8000, 1/10,000 e incluso 1/12,000 de segundo. Control zoom: +/- aumentos. Ganancias: Para grabar con poca iluminación. Puede producir ruido en la imagen. Control grabación: Rec, Pause, Standby. Controles del nivel de sonido: bajar o subir el nivel de audio en la grabación. Rueda de filtros: Localizada entre las lentes y el prisma. Iris (diafragma): Controla cuanta luz entra en las lentes. F-stop es la escala estándar de calibración. Ej., f/1.4, f/2.8, f/4, f/5.6, f/8, f/11, f/22. El número más pequeño indica la apertura más grande. Una gran apertura produce poca profundidad de campo. Micrófono: Para grabar el audio, normalmente puede sustituirse el micro de la cámara por otro (de corbata, de mano, de cordón, de larga distancia,…) adaptado a ella para que se grabe en la misma cinta y no perder la sincronicidad audio-vídeo. Batería: para alimentar a la cámara cuando no está enchufada a la corriente continua. Fuente de alimentación: Adaptador de corriente continua y bajo voltaje Relación normal entre la Velocidad y la Exposición. Velocidad de “toma” del CCD “normal” 1/100 1/250 1/500 1/1,000 1/2,000 1/4,000 1/8,000 1/10,000 f-stop correspondiente 16 11 8 5.6 4.0 2.8 2.0 1.4 1.2 cada vez que la velocidad de toma es doblada, el lente debe abrirse un paso f para conservar el mismo nivel de exposición. (El aumento en la velocidad disminuye el tiempo de exposición a la mitad, pero la apertura del diafragma permite que entre el doble de luz para compensar). |