Todo lo que podemos ver a nuestro alrededor es debido a la luz que no es más que un tipo de energía que llega a la retina del ojo y que nuestro cerebro la interpreta como color. Esta energía es emitida por una fuente luminosa, pero puede haber sido filtrada o bien absorbida en parte por una superficie y en parte reflejada antes de ser vista. El sol es nuestra fuente principal de luz natural y su iluminación determina el estándar de nuestra percepción del color.
Los objetos pueden parecer de distinto color con una fuente de luz distinta. La ciencia y la tecnología nos permite crear cualquier color con luces de colores artificiales, o bien con pigmentos fabricados a base de plantas o minerales (lápices, crayones, rotuladores, tintas, acuarelas, acrílicos, óleos, tintes, etc).
La luz blanca. Los ocho colores elementales
La luz visible es sólo una parte de la radiación electromagnética existente en el universo, para ser más específicos son vibraciones electromagnéticas de una cierta longitud de onda que se propagan a 300.000 Kilómetros por segundo. La radiación electromagnética tiene ondas de muy distintas longitudes. Sin embargo no todas estas ondas son percibidas por el ojo humano: son visibles sólo aquellas radiaciones cuya longitud de onda está entre los 400 y 700 nm (nanómetros), aproximadamente.
Un nanómetro (nm) es la billonésima parte de un metro. Por lo tanto:
Se denomina Espectro de luz “visible” a la región del espectro electromagnético que el ojo humano es capaz de percibir.
En este sentido, el color es fundamentalmente un fenómeno fisiológico y lo que llamamos color es única y exclusivamente la sensación de color.
Si observamos el gráfico que muestra la zona de luz visible podemos encontrar a la derecha las ondas infrarrojas (IR) que son más largas y elser humano las percibe como calor. Por el otro lado, las ondas más cortas, las ultravioletas (UV) son las que producen el efecto de bronceado en la piel.
Los ocho colores elementales corresponden a las ocho posibilidades de sensibilidad de color que es capaz de captar el ojo humano dentro de lo que llamamos zona de luz visible. Estos resultan de las combinaciones que pueden realizar los tres tipos de receptores en el ojo, llamados conos. Estas ocho posibilidades resultan de los tres colores primarios, los tres secundarios que resultan de la combinación de dos primarios, más los dos colores acromáticos, el blanco que es percibido como la combinación de los tres primarios (síntesis aditiva):
El espectro cromático
En 1966, en Cambridge, Newton logró la descomposición de la luz blanca haciendo pasar un haz de luz a través de un prisma de cristal enuna habitación totalmente a oscuras a excepción de un mínimo rayo de sol que pasaba a través de un pequeño orificio de una ventana. El prisma refractó la luz blanca en un espectro similar al arco iris demostrando como la luz blanca se dispersa en diferentes longitudes de onda, observándose el espectro visible de la luz.
En el ojo humano hay dos tipos de células sensibles, los conos y los bastoncillos, denominados así por su forma. A través de los conos percibimos el color debido a que son sensibles a las diferencias cromáticas, o lo que es decir a los diversos sectores del espectro electromagnético visible. Por otro lado los bastoncillos reaccionan a la intensidad luminosa y nos permiten percibir la sensación de claro y oscuro, blanco (luz) y negro (ausencia de luz).
De acuerdo al rango de longitud de onda a lo que son sensibles existen tres clases de conos, los clase B (Blue-azul) que responden a las longitudes de onda más cortas, entre los 400 y 500 nm, cuyos impulsos son percibidos por el cerebro como sensación de color azul. Los clase G (Green-Verde) que responden a las longitudes de onda entre los 500 y 600 nmy cuya percepción sensorial corresponde al color verde. Po último los conos clase R (Red-rojo) que reaccionan a las ondas más largas del espectro visible, comprendidas entre los 600 y 700 nm, y producen la sensación de color rojo. Cuando los tres conos son excitados simultáneamente se produce la sensación de blanco. Es por estos datos que se dice que el rojo, el verde y el azul son los colores base de la luz.
Los tres colores fundamentales según la longitud de onda
Podemos obtener cualquier color con sólo las tres luces de color identificadas como rojo, verde y azul. Son las luces de los colores primarios. Como tonos, el rojo parece mas tirado al naranja de lo que normalmente conocemos como rojo, el verde parece ligeramente amarillento y el azul es más bien como un azul-púrpura.
Por tanto, todos los colores visibles pueden generarse por las diversas combinaciones de los tres colores base de la luz. Podemos demostrarlo usando tres proyectores de luz blanca colocando delante de cada uno un filtro cromático de un color distinto: azul, verde y rojo.
Si se disponen los haces de luz de manera que produzcan zonas de superposición, en el lugar donde se superponen los haces azul y rojo se forma magenta; donde se superponen el azul y el verde se forma cyan; y donde se superponen la luz verde y rojo se forma amarillo. La zona donde coinciden los tres haces de luz, (azul, verde y rojo), se ve blanca. Los tres colores base luz (sus diversas longitudes de onda) se han adicionado o sumado.
La síntesis aditiva
La mezcla de luces de colores primarios para obtener otros colores es lo que denominamos síntesis aditiva y la demostramos en el punto anterior. Podemos obtener amarillo (Y) mezclando rojo (R) y verde (G), cian (C) mezclando verde (G) y azul (B), y magenta (M) mezclando azul (B) y rojo (R). Amarillo, cian y magenta son las luces de colores secundarios.