La fenomenología es una corriente filosófica que se desarrolló en el siglo XX, especialmente a través del trabajo del filósofo alemán Edmund Husserl. Esta corriente se centra en el estudio de los fenómenos, es decir, en la experiencia directa que tenemos de las cosas en el mundo.

El objetivo de la fenomenología es describir estos fenómenos tal como aparecen en nuestra conciencia, sin hacer suposiciones o inferencias sobre lo que pueden estar detrás de ellos. La fenomenología busca explorar la estructura de la experiencia y la conciencia, analizando cómo los objetos se presentan a nosotros en la percepción, cómo se relacionan entre sí y cómo los experimentamos.

Además, la fenomenología también busca una comprensión más profunda de la subjetividad y la intersubjetividad, es decir, cómo la experiencia es influida por la perspectiva y el contexto individual, y cómo se relaciona con la experiencia compartida con otros.

La fenomenología ha tenido un impacto significativo en una variedad de disciplinas, incluyendo la psicología, la sociología y la literatura. También ha sido influyente en la filosofía de la mente y la teoría del conocimiento.

La fenomenología (más info)

Este artículo es una revisión teórica cuya finalidad es otorgar al investigador un marco de referencia sobre la fenomenología como método cualitativo, con la utilización de bases de datos de alto nivel de reconocimiento, como Science Direct y Web of Science. Se pretende, en primer lugar, hacer una descripción general de la fenomenología, sus autores y contenidos esenciales; en segundo lugar, una meditación teórica sobre la subjetividad como elemento céntrico de la fenomenología; y en tercer lugar, la relevancia del método cualitativo fenomenológico en las diferentes ciencias y disciplinas del conocimiento.

Finalmente, se destaca la naturaleza reflexiva, dinámica y humanista de la fenomenología como método cualitativo de estudio, otorgando al investigador fenomenológico una responsabilidad social de carácter trascendente, al develar el contenido subjetivo de cada unidad de análisis como elemento central del abordaje empírico.

Palabras clave: Fenomenología; Método fenomenológico; Subjetividad; multidisciplinariedad

1. LA FENOMENOLOGÍA: EL ARTE DE INTERPRETAR Y COMPRENDER

A comienzos del siglo XX, Edmund Husserl reconduce la experiencia reflexiva del hombre sobre la trascendetalidad que es la humanidad en si la funda-mentación de su idea de fenomenología surge para describir e interpretar la realidad humana denominado Fenomenología, que emerge como un nuevo método de investigación para una crítica abierta y profunda al paradigma positivista. Husserl (como se cita en Brennan, 1999), define la fenomenología como el “estudio de los fenómenos tal como los experimenta el individuo, con el acento en la manera exacta que un fenómeno se revela en sí a la persona que lo está experimentando, en toda su especificidad y concreción” (p. 295).

También Husserl describe una serie de actos que conforman la realidad y posibilitan una relación entre el aislarse y asimilar la acción de reflexionar, lo que constituye un acto progresivo resultado de una intencionalidad, en últimas, sobre la experiencia de una fundamentación de la búsqueda, para lograr obtener evidencia en el sí mismo; en una relación que transciende a través del prejuicio para darle fundamento al objeto de estudio. Por consiguiente, se puede decir que la principal regla de la fenomenología es “dejar que las cosas se hagan patentes en su contenido esencial, a través de una mirada intuitiva” (Husserl, como se cita en Núñez y Celis, 2017, p. 45).

El estudio fenomenológico es uno de los principales enfoques cualitativos para la investigación (Babu, 2019). En este sentido, la fenomenología encuentra sus fundamentos en la interpretación y comprensión de los fenómenos, desde el estado subjetivo ascendente del ser mismo. Desde este marco de referencia, la fenomenología presenta varios pensadores destacados, pero revisitaremos el pensamiento de alguno de estos autores, ellos son responsables de la creación de sus contenidos esenciales, quienes se mencionarán a continuación.

• Martin Heidegger

En consecuencia de lo expresado por Husserl, amplió las formas de interpretar la realidad subjetiva y fue además iniciador de la fenomenología existencialista. Mediante esta se contextualiza al ser en un mundo social e histórico, en el cual “la dimensión fundamental de toda conciencia humana es histórica y sociocultural, la que se expresa por medio del lenguaje” (Ferrater, como se cita en Núñez y Celis, 2017, p.47). Por esta razón, Heidegger expresa que lo que hacemos naturalmente, incluido en la frontera entre la actitud natural y la actitud fenomenológica, dejando la actitud natural y abandonando su refugio, nos permite escuchar el mundo (Kozin, 2017).

De ahí que para Heidegger la descripción en la fenomenología exige “colocarse en el encuentro con las cosas mismas” y ese encuentro se centra fundamentalmente en comprender e interpretar (Gilardi, 2013. p.123). Así pues, desde un enfoque abiertamente ontológico introduce el concepto Dasein, término de origen alemán que contiene las palabras ahí (da) y ser (sein), significando existencia. Es decir, Ser ahí o ser-en-el-mundo (Mendieta-Izquierdo, Ramírez-Rodríguez y Fuerte, 2015).

Estos autores también puntualizan:

Para Heidegger el hombre está “situado” de manera dinámica, en el modo del poder ser, no tiene esencia sino existencia, tiene el poder ser, proyectar qué va a hacer con su ser, su existir, lo que se pone en juego son las posibilidades individuales, es el ser ahí. (Mendieta-Izquierdo et al., 2015, p. 436)

Luego al revisar este constructo que orienta en la compresión de una realidad inevitable la manifestación del fenómeno en sí, alude a la búsqueda del conocimiento para desentrañar en aquello que es aparente a que lo rodea de manera más pura. Luego el objetivo conferido al conocimiento se transforma en una reconstrucción hacía el objeto a conocer sobre “la mirada en el ser ahí, que busca lo oculto detrás de lo manifiesto, y lo no comprendido enfáticamente” (Horneffer, 2009, como se cita en Núñez y Celis, 2017, p. 47). Así mismo, si bien la fenomenología implica una sintonía con la experiencia vivida, de lo que es auténtico, desde el punto de vista existencial, según Heidegger, “parte de la hermenéutica es el arte de tomar conciencia de nuestra sintonización pre-conceptual que informa nuestra experiencia vivida” (Koestenbaum, como se cita en Rolfe, Segal & Cicmil, 2017, p. 742).

Sin embargo, Heidegger propone que se convierte en un fenómeno observable solo cuando surge de una corriente de conciencia y, por lo tanto, la fenomenología solo es posible cuando uno reconoce y explora el significado de un fenómeno (Wassler & Kuteynikova, 2020). Bajo esta mirada al Ser, la fenomenología heiggeriana presenta un relevante acontecer subjetivo y el nivel de profundidad logrado mediante la concientización de la persona de sí misma, de su esencia y de su contexto particular.

• Alfred Schutz

Fue considerado un “filósofo de las ciencias sociales” (Embree, como se cita en Gros, 2017, p. 26). En este sentido, sus aportes ideológicos se basaron en establecer los fundamentos fenomenológicos para la sociología comprensiva de Max Weber (Eberle; Endre, como se cita en Emanuel Gros, 2017, p. 26).

Schutz asume una posición fenomenológica crítica de las ideas de Max Weber y Husserl, tomando de referencia que su visión tenía gran influencia de la sociología. Emanuel Gros (2017) explica que el objetivo fundamental de la fenomenología social schutziana precisa:

Describir los rasgos invariantes de la praxis (inter)subjetiva de constitución de sentido que tiene lugar en el mundo de la vida cotidiana (Eberle y Srubar, 2010: 23). Justamente por esta razón, el pensador vienés revisita el núcleo más concreto de la filosofía de Husserl, a saber, sus descripciones de las dimensiones esenciales o eidéticas de la experiencia subjetivamente vivenciada -intencionalidad, percepción, corporalidad, espacialidad, temporalidad, atención, habitualidades, etc.- . (p.27)

Epistemológicamente, la fenomenología oscila entre el racionalismo y el empirismo (Wassler & Kuteynikova, 2020), y a través del discurso reflexivo y subjetivo, el investigador reexamina su experiencia de forma consciente para describir, en un proceso interpretativo, su concepción de la realidad, sin separar la mente de los objetos (Orozco, 2016). Es así como la perspectiva husseriana en la Fenomenología podría verse implícita en cinco acciones determinadas en cuatro elementos definidos como transcender superar estructurar condicionar, partiendo desde el sujeto y relacionándose todas las acciones en el tiempo; las cuales conducen a una experiencia hacia al objeto, integrando a su vez la realidad -el objeto- y el ahora en el tiempo temporal e inmanente. Las acciones son (ver ilustración 1):

  • Piensa: realiza un acto de conocimiento, siendo así una dinámica inseparable de la acción mental y un objeto que se proyecta ontológicamente, en una construcción cartesiana y heideggeriana.
  • Conciencia: el aporte hacia el pensamiento se revaloriza y rescata su condición en el mundo de las ciencias sociales y en las disciplinas humanísticas.
  • Intencionalidad: como acción de reflexión en sí y autorresponsable, apoyada y enfocada desde la conciencia, que se dirige hacia algo, que busca evidencias absolutas para luego formar una estructura verdadera en las significaciones descriptivas.
  • Vivencia: exalta el sentido, ya que en él participa la intencionalidad. Se refleja la experiencia implícita por una instancia anterior, que busca entender la esencia de las cosas, portando las operaciones mentales desde la intuición, para así tener una afinidad con la validez del fenómeno al que contempla para conocer.
  • Construye: la fenomenología construye ciencia del objeto ideal; propicia formación del conocimiento superior, percibido en la temporalidad, analizando las relaciones, dadas entre expresión y significado; entre lo concreto y lo abstracto, entre las partes y el todo.

Fuente: elaboración propia de los autores.

Ilustración 1 Análisis perspectiva Husseriana en la Fenomenología 

Como se ha mostrado en el estudio fenomenológico, lo dado, lo expresado, lo aparente, es algo que el sujeto cognoscente provee y dispone, entra en una situación en el mundo, en la cual intercambia la realidad. Entonces, conocer de alguna manera se convierte en modificar la realidad, al situarse, reflexiona sobre él en sí, pues así dirige y capta lo que se manifiesta en la realidad, condición del “ser ahí”, retoma una actitud propositiva para comprender desde la conciencia a través de la experiencia.

La razón fundamental para la toma de este tipo de enfoque es extraer la comprensión de los problemas de los participantes y con el objetivo de cultivar significado y establecer un sentido de su conocimiento (Babu, 2019; Sibanda y Ramrathan, 2017).

2. CONCEPTOS FENOMENOLÓGICOS ESENCIALES

Epistemológicamente, verdad en la fenomenología hermenéutica es una construcción interpretativa, y el investigador es una parte intrínseca en el proceso de construcción de la interpretación (Chen, 2017). Así, el modo significativo a través del lenguaje se conceptualiza y se llega a la convención como el modo en el que se produjo desde el lenguaje, es decir, una situación en el que el ser se apropia para construir el significado revelado por la experiencia. En consecuencia, por su condición de participar en el mundo e inteligir el pensamiento mismo, construye formas de meta-lenguaje, apropiándose de las condiciones históricas. Por ello, solo cuando se aprende a suspender la actitud natural -aunque de manera temporal y nunca por completo- somos capaces de entendernos a nosotros mismos y al mundo de los inmortales (Kozin, 2017).

• Intencionalidad: Sobre este concepto, Castro, García y Eljagh (2012) afirman: “La intencionalidad se puede entender como la totalidad de la orientación o dirección de las decisiones, intereses y proyectos que los seres humanos desarrollan a partir de sus necesidades afectivas principalmente” (p. 406).

Estas características se asumen en la naturaleza misma de percibir del en sí mismo, del ahora, lo que es realmente. Esto conlleva a la distinción del quehacer pensante y conforma la superación de aquella validez mundanal preconcebida de las cosas. Es decir, la intención conlleva un conocer de lo que vemos en apariencia y, además, aquello oculto en ese objeto con el que entramos en contacto, y se hallan significaciones.

Los mismos autores enfatizan en que a través de la intencionalidad, el sujeto consciente actúa, bien sea para afirmar o para defender un valor céntrico que puede estar amenazado, el cual no está necesariamente asociado a la ética o la moral, sino que se orienta “a aquello que es importante o necesario para la persona vivencialmente, indistintamente de si es algo sano o patológico, constructivo o destructivo” (Castro et al., 2012, p. 406).

Es decir, la intencionalidad es la acción de la persona sobre la experiencia, pero no exclusivamente aquella operativa y práctica, sino la que está basada en un propósito, un fin consciente. “La intencionalidad implica, por lo tanto, dirección, impulso, extensión, etc., en oposición al aislamiento, la fijación, la reclusión, etc.” (Cibangu & Hepworth, 2016, p.149).

La intencionalidad es uno de los conceptos más importantes que identifica la perspectiva fenomenológica de Husserl. Si bien no fue originalmente creado por él, definitivamente es muy cierto que le dio un sentido más existencial y pertinente al término, otorgándole a la fenomenología un gran aporte epistemológico: “la comprensión y el conocimiento, que es la disminución de la distancia entre el cogito (el sujeto pensante) y el cogitatum (el contenido del pensamiento)”. (Budd, como se cita en Cibangu & Hepworth, 2016, p. 149).

En este orden de ideas, para comprender las vivencias de la personas hay una manifiesta intencionalidad, dicho procedimiento actúa en la operatividad de la toma de conciencia del mundo y de sí mismo, pues en pleno ejercicio del Ser consciente, sus acciones se fundamentan en la voluntad y la libertad, elementos céntricos que sustentan sus decisiones y las movilizan hacia un propósito, cuyo fin mismo es personal e intransferible. En otras palabras, al referirnos puntualmente a la acción particular sobre la experiencia neta, hablamos de intencionalidad, y es, digámoslo así, el núcleo central de la subjetividad, y la intencionalidad manifiesta en la capacidad cognitiva apunta a algo distinta de ella misma.

Asimismo, la única condición de la experiencia posible permite la coincidencia de las condiciones materiales y formales de la fenomenología para detallar el fenómeno en lo posible y en lo dado objetivamente, es por ello que en la realidad se le confiere: cuestionamientos básicos que interpelan la misma realidad para cuando se da y sucede en los términos de lo dado (Deketelaere, 2018). Es entonces cuando la destreza del investigador se perfila en la proximidad hacia el objeto relacionado, por ello desde esta experiencia lo dado es particularmente un evento trascendental que revitaliza desde el horizonte de la compresión y la misma experiencia del transcender en más certezas sobre el objeto en sí.

• la subjetividad como centro de la fenomenología

Al pretender descubrir las cosas en su esencia y autenticidad o, por decirlo de otra forma, el alma de las cosas, la fenomenología define su esencia en la subjetividad misma, la cual está demarcada por el significado particular que el sujeto le confiere al objeto (el hecho, la experiencia). Al respecto, Elías, García, Corona, Manuel y Delgado (2012) refieren que, desde la perspectiva fenomenológica, “ser consciente de un objeto no es tener un contenido mental, sino tener un acto dirigido hacia ese objeto y, en cada acto de conciencia, la vivencia que se tiene del objeto cambia, no es la misma” (p. 17).

Así, el ser consciente enmarca una serie de condiciones dentro de los tiempos y sus asociaciones, un ser consciente que integra sus propias vivencias bajo las perspectivas del objeto ontológico-axiológico-práctico, por detallar (ver ilustración 2):

Fuente: elaboración propia de los autores.

Ilustración 2 Experiencia vida de conciencia (Realidad / Mundo /Tiempo) 

Lo anteriormente descrito resignifica varias realidades que buscan establecer formalmente interrelaciones, estas a su vez se convierten en una adaptación del ser en la realidad, es decir va experimentar a través del yo tomado por la conciencia con fin contrastar la realidad aparente para así conformar ese hecho pensado que subyace para describirlo y analizarlo.

Así, Husserl confiere avanzar con su método demostrando fortalezas que influyen en develar de eso que esta como objeto, posibilitando lo subjetivo y en esta subjetividad, se descomponen las percepciones, por ello, a manera revalorización hacia el concepto del mundo de la vida o del mundo social, descubriendo en sí las conexiones sociales inmersas en lo descriptivo; esa es la importancia de la fenomenología husserliana. Según, Leopoldo e Silva (como se cita en Massiere, 2015) indican que “lo que conocemos como subjetividad se forma a partir del surgimiento de una conciencia narrativa que busca resignificar la experiencia viva de una situación histórica” (p. 44).

La subjetividad se fundamenta en el sujeto, su experiencia y su conjunto de posibilidades. Su vivencia propia, personal y particular. Es así, que en esta relación con el mundo, el sujeto que actúa sobre la experiencia construye significados en un sentido particular, y son los significados que van a orientar su intencionalidad en el curso de su existencia. Estos significados son creados, transformados y preservados por la misma persona en el ejercicio de su subjetividad. Petrescu (2013) argumenta que “el mundo, como fenómeno existencial, es abundante en significaciones, que el sujeto perpetua o transforma: siempre hay un horizonte predeterminado de sentido” (p.17).

Paoli (2012) refiere respecto a la subjetividad:

El sujeto conoce y se conoce, como objeto de conocimiento, por su propia conciencia. No se agota en ella, siempre el sujeto es algo más que su conciencia: se inserta en una historia que antecede a su ser consciente. Él mismo, junto con su circunstancia se transforma, como sujeto puede modelar en gran medida su carácter, sin ser del todo consciente de cómo sucede esta obra. (p.23)

En ese orden de ideas, Husserl consideró que esa experiencia humana, compartida con otros, es la intersubjetividad. Cibangu y Hepworth (2016) se refirieron al respecto:

La fenomenología nos recuerda que la intersubjetividad se establece como el medio en el que los humanos alcanzan su actualización junto con otros seres. La intersubjetividad ha surgido bajo el estandarte de una serie de cuestiones de hoy en día, la más apremiante de las cuales es la multiplicidad, el pluralismo, la diversidad, la minoría, la unidad, la comunidad, la organización, la negociación, el diálogo, etc. (p.150)

Vivencia: Este término se define como:

Una unidad indivisible entre lo exterior y lo interior de la persona; llegan a ser significativas en su integración dinámica, situada y se convierten en experiencias cuando la persona vivencia un conjunto de las mismas, para darse cuenta de que “lo que le pasa”, “lo que le importa” es significativo. El sentido entra, entonces, como una manera de articular vivencia y experiencia como elemento de motivación, de guía de las acciones y así tener claridad de qué es “eso que vale la pena. (Gómez y Ramos, 2015, p.1030)

Desde esta línea argumentativa, la vivencia habla de contenidos esenciales que son referidos a la particularidad del sujeto, porque este es quien vive la experiencia y le da sentido, acción y significado. Por consiguiente, la concreción de un mismo hecho determina aspectos comunes, pero la acción personal se define por las sensaciones, cogniciones, emociones y valores fundamentales, con los cuales el sujeto se identifica y construye su propia realidad. Esta vivencia la problematiza y construye con dinamismo intencional, que lo hace responsable en asumir esa realidad pensada como noema.

3. LA FENOMENOLOGÍA, UN DESTINO ABIERTO A LA MULTIDISCIPLINARIEDAD

“La fenomenología reivindica a la subjetividad, a la ciencia del sujeto y de su experiencia, desde su experiencia” (Paoli, 2012, p. 28). El mundo aparece como un conjunto de pre-estructurado (el mundo de la vida), que informa tanto toda nuestra experiencia y es informado por ella (Kozin, 2017).

Es así que el deseo de utilizar enfoque cualitativo fue influenciado por la exploración de cómo se comportan las personas en sus entornos habituales (naturales), y como tal, el comportamiento se puede entender mejor cuando se desarrolla de forma natural (Bingab, Forson, Mmbali & Baah-ennumh, 2017). Para el caso de la fenomenología, ofrece la oportunidad de obtener una visión creíble en el mundo, según la experiencia de los seres humanos, a fin de comprender la propia (Wassler & Kuteynikova, 2020).

Mientras los investigadores positivistas se concentraban en el objeto del conocimiento, Husserl visualizó el método fenomenológico con la concepción de subjetividad e intersubjetividad. Así, la fenomenología y las ciencias sociales se estrechan de una forma cercana, pues la realidad social es comprendida en muchos ejercicios cualitativos. Sin embargo, es a través de la fenomenología que alcanza un nivel profundo de interpretación de la subjetividad. Es por ello que se desarrolla y distingue el proceso gradual desde una conciencia continua, que busca superar las paradojas propias o inmersas en la vida.

En efecto, la fenomenología facilita un vínculo esencial con la realidad cruda de las problemáticas sociales, lo cual ha permitido un alto nivel de comprensión de las mismas. De ahí se comprende entonces su multidis-ciplinariedad, ya que sus métodos y técnicas son particularmente característicos del ser y sus contextos naturales.

4. REFERENCIAS DE ESTUDIOS FENOMENOLÓGICOS

Los estudios fenomenológicos reflejan la importancia en concentrar capacidades configuradas hacia las experiencias de las ciencias sociales, adquiere sentido para determinar el uso adecuado de los conocimientos en el ser humano. Así mismo, desde esta práctica disciplinar emerge el conocimiento, producto de la construcción aprendizajes enfocados en actividades relacionadas al mejoramiento continuo y concientización del aprendizaje como elemento experimental.

Además, en el desarrollo de la actividad humana el fenómeno es divisible a través de la manifestación de los sentidos, esta experiencia es representada en la práctica cotidiana y las vivencias que permiten reflexionar sobre el conocimiento expresado en la consecución y oportunidades de aprendizaje. Por ello, existen diferentes esfuerzos para hallar conocimiento empírico en relación a la “práctica social desde la fenomenología”, entre los cuales se destacan cinco entornos de estudios:

a) comportamiento del ser en el entorno de escolaridad,

La definición de un escenario como entorno de la generación conocimientos concerniente a la intencionalidad de provocar comportamientos sobre un posible mejoramiento del intelecto y el avance de prácticas para que este sea recibido de la mejor manera, en la relación de quienes transmiten y quienes reciben, en un conjunto las dos acciones que determinen un resultado. Es así, como esta práctica y el uso conveniente de retroalimentarse entre personas incide en concreciones investigativas sobre entornos de escolaridad.

Entonces, la Fenomenología se concibe como un método de entramado social, de conformidad con el mundo de la vida, de ahí se articula la información que provee en el desarrollo científico desde el modo de hacer ciencia en como el ser humano desea esclarecer la condición al mundo dado por la conciencia. Por ello, el comportamiento del ser como tal trasciende su realidad desde lo fenómenos y necesariamente tienen que ser descritos para lograr su esencia, indicando el objetivo desde las vivencias para llegar a resignificar y recuperar el sentido, una epoché recuperar para desde ahí lograr la compresión de los temas que tocan al hombre en su cultura “entendiendo esto último como aquello que sólo tiene que indicar lo objetivo, o como aquello donde lo objetivo sólo tiene que aparecer. Es un mero fenómeno de lo objetivo y la tarea consiste en entresacar cognoscitivamente lo objetivo a partir de los fenómenos y en determinarlo con conceptos y verdades objetivos” (Husserl, 1991: 278-279).

En este caso se reafirma la fiabilidad de la investigación fenomenológica con corte cualitativo, pues “en el grado en que las respuestas son independientes de las circunstancias accidentales de la investigación y la validez en la medida en que se interpreta de forma correcta, mediante la constatación de los datos con los informantes”. Carlos et al. (2012) indican que “el método fenomenológico contribuye tanto al conocimiento de las realidades escolares como a la comprensión de las vivencias de los actores del proceso formativo haciendo más comprensibles fenómenos cotidianos que se vuelven urgentes en la escuela así en la patencia de la institucionalidad queden inadvertidos” ” (2015, p. 71)

A su vez un componente reservado que corresponde a la misma naturaleza del ser, es la voluntad y la condición que predispone un autodesarrollo de competencias, aprendizajes, relaciones de pensamientos, proyecciones cognitivas esta capacidades precedidas desde la voluntad unidas a lo que se efectúa desde la conciencia. De acuerdo Gómez y Ramos (2015) plantearon que en las últimas décadas se ha afianzado un interés más profundo en temas como “los significados atribuidos a la escuela por parte de los alumnos y el ¿por qué y para qué estudiar? sobre las narrativas la cultura escolar; temática ampliamente trabajadas en diversos estudios de corte cualitativo” (p.1021).

Tal como consideraron los entendidos y críticos del método fenomenológico de Husserl, significada como una ciencia rigurosa que debidamente fundamentada procedía desde la fenomenología en cuestionar pero lo menos la intención de separarse de la misma ciencia, la que involucraba cierto grado de independencia mezclando las herramientas de la ciencia con el rigor filosófico.

A su vez, Husserl creo un balance de la ciencia a través de cumplir un camino con la observancia para la reflexión al contribuir y crear el sentido amplio de lo que se desea descubrir, a fin de desarrollar el autocomprenderse desde la parte constitutiva del sujeto que esta habido en el mundo.

b) mejooramientoo de prácticas laborales complejas,

Desde las condiciones conformadas en los entornos sociales en los que acontece toda realidad representa el carácter subjetivo de la cosas sociales, recae todo aspecto de institucionalidad sobre las disposiciones que convierten en necesidades que involucran praxis y el trabajo, como escenarios que posibilitan una comprensión objetiva, intrínseca, para permitir construir la dimensión de experiencias vividas y la necesidad tendiente a satisfacer la formación de intercambio entre el conocimiento práctico y actividad laboral.

Es así, como de acuerdo a (Küpers, 2016) la Fenomenología en las organizaciones brindan posibilidades para reevaluar y revivir la relevancia de las dimensiones encarnadas y artísticas en las prácticas relacionales de diseño sostenible” (p. 1436). Esta perspectiva integrada en identificar prácticas para mejora de procesos, visión a restructuración de maneras de realizar distintas actividades y todo tipo de extracción de conocimiento que involucre el impacto hacia resultados positivos.

c) Preferencia en cambios en estilos de vida

La condición natural de habitar como sujeto en mundo, Husserl lo denomina transcendental al constituir una la parte intencional entre la conciencia y las objetividades trascendentes, es decir, que lo trascendente es una manifestación en cuanto a la vivencia experienciada, por la conciencia para analizar, valorar, y la voluntad. Estando las vivencias como tránsito y formas de observación de los objetos y la correlación del medio y el hacer, que implica un retorno en lo que se vive a un modo experiencial.

La consecución de esta actitud entendida como intencionalidad del ser, dada en el mundo, sostenida y vindicada por el dominio la experimentación en el acto de auto reflexionar a consecuencia de la clarificación de los escepticismos como resultado de lo relativo; esta reducción fenoménica construye una actitud natural en posición de la búsqueda de construir certezas en la misma realidad en el mundo.

Estudios fenomenológicos sobre cambios en estilos de vida han sido investigados por Sharif (2015) quien descubrió el factor de techo de cristal, una metáfora sobre el sentido de la luz que reflejan las nuevas ideas y formas de percibir otras experiencias; de hecho, halló el factor impulsor o la inspiración que llevó a un grupo de 20 mujeres funcionarias a renunciar a sus labores cotidianas y aventurarse en los negocios (p. 335). Es decir, que el estudio develó sobre las conductas de las mujeres las realidades cercanas a comprender sus formas de actuar e interpretar sus propias vivencias.

d) comportamiento de los mercados,

Las disciplinas de las ciencias exactas, tradicionalmente positivistas, han volcado su atención al método fenomenológico. Se refieren algunos trabajos de investigación: Kaivo-oja, (2017) destaca en su artículo dos aspectos fundamentales: 1) “el enfoque clave ha sido el uso de enfoques cualitativos y fenomenológicos en el TLC y la prospectiva”(p. 94). 2) “La fuerza de los análisis cualitativos está vinculada a una comprensión más profunda de los cambios, patrones y estructuras sociales. En realidad, son las personas las que hacen funcionar los mercados, las redes y las multitudes” (p.104)

En consecuencia, según Erciyes (2019):

Por lo tanto, la creación de una atmosfera libre de discusión es un componente crucial de un proceso de grupo de enfoque con éxito en los estudios fenomenológicos. Para proporcionar un ambiente de discusión relajado, en lugar de las técnicas clásicas, que muestran los dibujos animados, haciendo una pregunta difícil, y que utilizan una cita famosa se utilizaron en esta investigación como estímulos de grupos focales. (p. 5)

CONCLUSIÓN

La fenomenología descrita como un método para estudiar la esencia, la subjetividad, en un marco definido para todas las ciencias. Si bien inicialmente parte de las disciplinas de la salud, su expansión ha venido creciendo vertiginosamente, abriendo escenarios para el estudio de temas antes no abarcados cualitativamente.

Así, lo que anteriormente era impensable, para la fenomenología se ha convertido en el estudio de realidades ciertas y válidas. De acuerdo a Paoli (2012), “La fenomenología designa un nuevo método descriptivo y una ciencia apriorística que se desprende de él, y que está destinada a suministrar el órgano fundamental para una filosofía rigurosamente científica y posibilitar el un desarrollo consecuente, una reforma metódica de todas las ciencias” (pp. 22-23).

La fenomenología como método de investigación cualitativa halla su riqueza en la interpretación de los fenómenos en su fuero interno, en su contexto natural y con un alto sentido de la profundidad. En virtud de sus raíces filosóficas, la realidad es interpretada mediante la aplicación de técnicas cualitativas profundas que otorgan gran relevancia al discurso, la empatía y el significado de las experiencias humanas.

Thurnher (como se cita en Núñez y Celis, 2017) indica que

Husserl irrumpe con un método diferente, que utiliza el análisis reflexivo y que implica una responsabilidad social, a través del estudio de los fenómenos en forma pura (“a las cosas mismas”), no parcializando, ni manipulando al objeto de estudio como lo hacían las ciencias de la época. (p. 45)

En virtud de lo anterior se puede inferir que la fenomenología emerge con un perfil dinámico, flexible y humano para responder a interrogantes que los métodos cuantitativos no le daban respuesta. Se enmarca la definición del Ser como elemento céntrico de la existencia y, por ende, es parte fundamental del estudio cualitativo, especialmente del fenomenológico.

Cibangu y Hepworth (2016) argumentan:

La fenomenología cuenta con características y rastros de pensamiento con los que se puede transformar una visión del mundo de la investigación. Además de la fenomenología hermenéutica generalizada, las áreas de fenomenología realista, existencial, constitutiva, histórica y encarnada tienen el potencial de equipar a los investigadores con opiniones más precisas sobre los fenómenos de información. Uno de los mejores ejemplos de contribuciones fenomenológicas es la práctica reductiva, mediante la cual el investigador autocrítico sus prejuicios arraigados a lo largo de los procesos de investigación. (p.157)

Así pues, la fenomenología, en su devenir histórico, ha hecho aportes significativos al desarrollo epistemológico, y cada día disciplinas de todas las ciencias la consideran como un método por excelencia cuando el propósito investigativo es profundizar temas o realidades subjetivas, que faciliten la revisión exhaustiva de la información y mayor apropiación para inducir teorías, a partir de los datos mismos.

Finalmente, nombrar la fenomenología es circunscribir que ella es habitada y contextualizada en el mundo científico e indeterminado, ya que involucra a los pensadores y teóricos en la hermenéutica para ver el trasfondo de la realidad, permitiendo comprender. Es un arte, en cuanto contiene un apropiamiento y sentido de inteligir en el mundo; es por ello que la fenomenología desarrolla un significativo modo de ver la realidad, la cual se amplía de acuerdo con la aplicación en algunos campos del saber.

REFERENCIAS

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