No dejes que la gran cantidad de opciones disponibles te agobie. Encuentra el formato de archivo de audio más adecuado para tus necesidades, tanto si solo quieres escuchar el audio, como si necesitas mezclarlo y masterizarlo.

Conceptos básicos de la calidad del sonido

Los códecs de audio son programas que comprimen los datos para transmitirlos y descomprimirlos en el terminal receptor. Su velocidad se mide en miles de bits procesados por segundo, lo que se conoce como “velocidad de bits” o “kbps”, número que varía incluso en un mismo formato. Por lo general, con una velocidad de bits más baja se obtiene un archivo más pequeño, aunque también una mayor pérdida de datos (sonido) en la compresión.

Otros factores importantes son la velocidad de muestreo y la profundidad de bits. La velocidad de muestreo es el número de muestras (de la amplitud de la señal o el “sonido”) por segundo y la profundidad de bits hace referencia al número de bits por muestra (cuanto más alto sea este número, más amplio y posiblemente intenso será el sonido).

Formatos con pérdida de datos

Los formatos de audio con pérdida de datos eliminan información durante la transmisión. No se descomprimen al tamaño de archivo original, por lo que tienen un tamaño menor, y se suprimen algunas ondas sonoras. Los artistas e ingenieros que deben intercambiar repetidamente los archivos de audio prefieren no utilizar formatos con pérdida de datos, ya que los archivos se deterioran con cada exportación.

MP3
MP3 (MPEG-1 Audio Layer III) es el formato con pérdida de datos más conocido. Los archivos MP3 funcionan en la mayoría de los dispositivos y pueden tener un tamaño muy reducido (hasta una décima parte del tamaño de los archivos sin pérdida de datos). Se trata de un formato muy apropiado desde el punto de vista del consumidor, ya que la mayor parte del sonido que se pierde es inaudible, pero no en lo que respecta a la profundidad de bits. “Los archivos MP3 solo pueden tener una profundidad de 16 bits, algo con lo que no conviene trabajar. Para grabar y mezclar, hay que trabajar como mínimo con una de 24 bits”, asegura el productor, mezclador e ingeniero de sonido Gus Berry.

AAC
El formato Advanced Audio Coding (codificación de audio avanzada), también conocido como archivos AAC o MPEG-4 AAC, ocupa muy poco espacio y es idóneo para la transmisión de contenido, sobre todo en dispositivos móviles. Estos archivos requieren menos de 1 MB por minuto de música, suenan mejor que los MP3 a la misma velocidad de bits y se utilizan en iTunes/Apple Music, YouTube y Android.

Ogg Vorbis
Ogg Vorbis el códec de audio libre y de código abierto que usa Spotify. Es perfecto para la transmisión, pero su compresión conlleva la pérdida de algunos datos. Según los expertos, se trata de un formato más eficiente que el MP3 que ofrece mejor sonido a la misma velocidad de bits.

Formatos sin pérdida de datos

Estos archivos se descomprimen a su tamaño original, de modo que la calidad del sonido se mantiene intacta. Los profesionales del audio quieren trabajar con todas las ondas sonoras originales, por lo que prefieren los formatos sin pérdida de datos. El tamaño de estos archivos puede ser varias veces mayor que el de los MP3. Las velocidades de bits sin pérdida de información dependen del volumen y la densidad de la música, en lugar de la calidad del audio.

FLAC
El formato Free Lossless Audio Codec (códec de audio libre sin pérdidas) ofrece una compresión sin pérdida de información, es libre y de código abierto.

ALAC
El formato Apple’s Lossless Audio Codec (códec de audio sin pérdidas de Apple) ofrece una compresión sin pérdida de datos, pero solo funciona en los dispositivos de Apple.

Formatos descomprimidos

Estos archivos mantienen el mismo tamaño desde el origen hasta el destino.

WAV
El formato WAV (Waveform Audio File, es decir, archivo de audio de forma de onda) conserva todos los datos originales, por lo que es perfecto para los ingenieros de sonido. “WAV tiene un rango dinámico y una profundidad de bits mejores”, comenta la productora y mezcladora de sonido Lo Boutillette sobre su formato favorito. Berry coincide con ella: “Ofrece la mejor calidad posible. Puede tener [una profundidad de] 24 o 32 bits y una velocidad de muestreo de hasta 192 kHz, e incluso superior en la actualidad”. Si estás colaborando con otros profesionales y tienes que intercambiar los archivos con ellos en repetidas ocasiones, el formato WAV mantendrá los códigos de tiempo, lo cual puede ser especialmente útil en proyectos de vídeo en los que es muy importante lograr una sincronización exacta.

AIFF
Al igual que el formato WAV, los archivos AIFF (Audio Interchange File Format o formato de archivo de audio intercambiable), creados originalmente por Apple, conservan todo el sonido original y ocupan más espacio que los archivos MP3. Pueden utilizarse en Mac y PC, pero no contienen códigos de tiempo, por lo que no resultan muy prácticos para editar y mezclar.

DSD
Direct Stream Digital es un formato de audio descomprimido de alta resolución. Estos archivos codifican el sonido mediante una modulación de densidad de pulsos. Tienen un tamaño muy grande y una velocidad de muestreo hasta 64 veces superior a la de un CD de audio normal, por lo que se requieren sistemas de audio de alta gama para trabajar con ellos.

PCM
El formato Pulse-Code Modulation (modulación de densidad de pulsos), que se emplea para CD y DVD, capta las ondas analógicas y las convierte en bits digitales. Hasta la invención del DSD, se pensaba que esto era lo más parecido a captar la calidad de audio analógica completa.

La coda de los formatos de audio digital

Si vas a oír grabaciones de voz o si escuchas música de forma ocasional y no tienes inconveniente en que los archivos no estén optimizados, puedes optar por un formato comprimido para ahorrar espacio en tu biblioteca musical. En cambio, si tienes unos oídos más entrenados y un equipo de audio caro, te interesará más la compresión sin pérdida de información, dada su combinación de ahorro de espacio y fidelidad. Por otro lado, si vas a grabar o manipular el audio, o si lo vas a añadirlo a un vídeo, escoge siempre la compresión sin pérdida de datos o sin compresión. Sean cuales sean tus necesidades, hay un formato de archivo de audio para ti.